El día 24 de Junio se celebra en la aldea la festividad del patrón “San Juan Bautista”.
Desde que se tiene memoria, se ha celebrado esta fiesta, sólo suspendida durante la guerra civil y reiniciada en 1942.
Durante las décadas de los años 70, 80 y 90 la festividad fue suspendida, debido entre otras cosas a que la aldea queda muy despoblada por la emigración de sus habitantes a las ciudades.
En el año 2007, se recupera de nuevo la fiesta de San Juan.
Solsticio de verano en Baños de Vilo
Hace más de treinta años que no se celebra la festividad de San Juan en nuestra aldea de Baños de Vilo. Por aquellos años, se completaba una emigración que vació nuestros campos y llenó nuestras ciudades con los muchos que buscaban una vida mejor. Desde hace unos pocos años se está produciendo un retorno de la ciudad al campo, para mejorar ahora las mejoras conseguidas entonces. El Señor Alcalde debe saber con certeza lo que yo sólo supongo, que actualmente Periana y sus aldeas tienen más población que hace diez o quince años.
Trabajando y ayudando a los más jóvenes a tener una vida mejor, quienes tenemos ya unos años hemos aprendido que podemos mejorar si ésa es nuestra voluntad y ponemos de nuestra parte. Con esa idea y esa intención, un grupo de vecinos constituimos la Asociación Cultural Baños de Vilo-La Negra. Queremos revitalizar las tradiciones pérdidas por la despoblación y dar oportunidad a los nuevos proyectos que puedan aparecer.
Entre nuestras tradiciones, las fiestas son especialmente importantes. No son sólo una muestra de ociosidad –ya que, para que unos se diviertan, otros tienen que trabajar-, sino sobre todo de la afición popular por compartir algo importante con propios y extraños, semejantes y diferentes: la alegría de vivir.
Gracias al Señor Alcalde de Periana, Don Adolfo Moreno, que nos ha prestado ayuda generosa desde el primer momento, a todos los que han trabajado desde la Asociación Cultural Baños de Vilo-La Negra, y a todos los presentes por participar en la fiesta.
Hoy la luz es más larga y la oscuridad más corta que cualquier otro día del año. Empecemos la celebración de San Juan con gritos de alegría. Gritad todos juntos:
¡Viva San Juan!
¡Viva!
¡Viva Baños de Vilo!
¡Viva!
¡Viva la fiesta!
¡Viva!
Baños de Vilo, junio de 2007
Teresa Guerrero Díaz
Baños de Vilo, junio de 2007
Teresa Guerrero Díaz
SEMBLANZA DE SAN JUAN
Precursor del Mesías. El sobrenombre de Bautista le proviene de su ministerio. Nacido, según algunos, en Judea, según otros, en Hebrón. Sus padres fueron Zacarías e Isabel, prima de la Santísima Virgen.
Es ciertamente una fiesta alegre y popular la del Bautista. En ella parece cumplirse aún la palabra con la que el ángel anunció a Zacarías su venida al mundo: «Muchos Se regocijarán en su nacimiento»; y se regocijaron, en efecto, cuando éste tuvo lugar en las montañas de Judea, y se regocijan todavía en todo el mundo, veinte siglos después.
Fue Juan el Precursor de Cristo, el que vino para preparar y alumbrar los caminos del Señor.
¡Precursor de Jesús! Sí. Precursor es el que precede, el que va delante de otro para anunciar su inmediata aparición. Los profetas entretuvieron a la huérfana humanidad, delineando a grandes rasgos la hermosa figura del Redentor; crecía cada día el ansia por la llegada del Mesías y se avivaba así la confianza.
Juan el Bautista anuncia a Cristo no sólo con palabras, como los otros profetas, sino especialmente con una vida análoga a la del Salvador. Nace seis meses antes que Él; su nacimiento es vaticinado y notificado por el ángel Gabriel, como el suyo, y causa en las montañas de Judea una conmoción y regocijo semejantes a los que debían tener lugar poco tiempo después en las cercanías de Belén.
El nacimiento de San Juan Bautista es un prodigio, porque no fue obstáculo para él la ancianidad y esterilidad de Isabel, como no lo fue a María su purísima virginidad. En vida oculta y escondida consume los treinta primeros años de su existencia; nadie sabe de él, ni de él nos hablan los evangelistas, como tampoco nos hablan de Jesús en aquel mismo período, en que quedan ambos como eclipsados.
A los treinta años salen ambos: uno de su retiro de Nazaret, otro de sus soledades del Jordán; pero Juan, conforme a su oficio de Precursor, sale antes que Jesús.
Truena su voz en las márgenes de aquel río, le siguen las turbas, y le increpan los fariseos... Él habla con libertad a los pobres y a los poderosos. Hay quien le cree el Mesías. Hay quien escucha su voz como la Buena Nueva prometida, cuando en realidad no es más que su prólogo. Bien claro Juan lo afirma: «Está para venir otro más poderoso que yo, al cual yo no soy digno de desatar la correa de su calzado».
Pronto se extiende el renombre de su virtud, y aumenta la veneración del pueblo hacia él; los judíos acuden para ser bautizados, enfervorizados por sus palabras. Mientras predica y bautiza anuncia un bautismo perfecto: «Yo bautizo en el agua y por la penitencia, y el que vendrá, en el Espíritu Santo y el fuego».
Y cuando Jesús se acerca al Jordán para ser por él bautizado, Juan no se atreve a hacerlo. «¿Tú vienes a mí, cuando yo debería ser bautizado por Ti?» Mas Jesús insiste, y le bautiza entonces.
Encarcelado por Herodes Antipas por haberse atrevido a reprimir y censurar su conducta y vida escandalosa, le llega la noticia de que Jesús ha empezado su ministerio público. Jesús, por su parte, en su predicación asegura a los judíos que entre todos los hombres de la tierra no hay un profeta más grande que Juan.
Se ignora cuánto tiempo pasó en la cárcel. Aconteció que con motivo de una fiesta en celebración del nacimiento de Herodes, cuando el vino y los manjares y las danzas exaltaban a todos, Salomé, hija de Herodías, esposa ilegítima del rey, bailó ante Herodes. Entusiasmado éste, prometió darle cuanto pidiera, aunque fuese la mitad de su reino. Instigada por su madre, pidió Salomé la cabeza del Bautista. Herodes, no osando faltar a su palabra empeñada ante todos, ordenó fuese traída la cabeza de Juan, la cual en una bandeja fue presentada. Sus discípulos recogieron el cuerpo del Bautista y le dieron sepultura...
Las alegres fogatas que en la noche de la vigilia de San Juan coronan las montañas y alumbran nuestras calles y plazas, no parecen sino un reflejo, que pasa a través de los siglos, del popular alborozo con que fue saludado por los vecinos de Judea el nacimiento de uno de los santos más populares de la Iglesia.
Hoy durante la celebración de la Eucaristía en el día de San Juan, vamos a tener el privilegio de renovar nuestro bautismo con agua del río Jordán, al igual que el bautizaba a las gentes de su tiempo.
Baños de Vilo, 23 de junio de 2012
José María Camacho González
POESÍA A SAN
JUAN BAUTISTA
Ya tiene nuestro patrón,
el sitio tan esperado
con fuerza de voluntad
muchos han colaborado.
Con rifas y loterías
han conseguido acabarlo
y aunque quede algo de deuda
conseguiremos pagarlo.
La gente es luchadora
y su sueños está llegando
conseguir que su patrón
La Ermita esté disfrutando.
Luchando día tras día
con esfuerzo y sin descanso
para que el día de nuestro patrón,
tenga dónde celebrarlo.
El 24 de junio a todos os esperamos,
en la aldea de Baños de Vilo
un lugar privilegiado.
Con el corazón a flor de piel
Y mi alma entre los labios,
lo escribo con humildad
y no quisiera cansarlos
de escuchar este versillo
a San Juan Bautista dedicado.
A este humilde que lo escribe
solo es aficionado
que con amor y dulzura
simpatía y buen agrado.
Os saluda a los
vecinos y vecinas de los Baños,
que en este 2014 podamos juntos celebrarlo.
Isidro Frías Luque
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